Omnia sunt Communia!

Benjamin Franklin, inventor entre otras ocupaciones, escribe en su autobiografía el fundamento de su rechazo a patentar invenciones:

“As we enjoy great advantages from the inventions of others, we should be glad of an opportunity to serve others by any invention of ours, and this we should do freely and generously”

Esta argumentación me resulta cercana a la famosa cita «a hombros de gigantes». A pesar de que fuese Newton quien la hiciera famosa, se atribuye a Bernardo de Chartres, filósofo del siglo XII:

«Dicebat Bernardus Carnotensis nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea

Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura.»

Omnia sunt communia!

¡Todo es común!

Este es el grito con el que Thomas Müntzer y sus seguidores resumían su rebelión durante la alemana Guerra de los Campesinos en 1524. Omnia sunt communia, repetían contra los que ponían vallas al campo. Años antes había comenzado en Inglaterra el movimiento de cercado, procedimiento mediante el que lo que antes había sido común se convertía en propiedad privada.

Nuestro momento actual puede ser interpretado como un segundo movimiento de cercado de la creación intelectual, tal y como lo expresa James Boyle en su artículo «The Second Enclosure Movement and the Construction of the Public Domain»:

«We are in the middle of a second enclosure movement. It sounds grandiloquent to call it “the enclosure of the intangible commons of the mind,” but in a very real sense that is just what it is. True, the new state-created property rights may be “intellectual” rather than “real,” but once again things that were formerly thought of as either common property or uncommodifiable are being covered with new, or newly extended, property rights.»

Numerosos caminos se han abierto para construir, ampliar o reponer el dominio público de la creación intelectual. Pero como el que mucho abarca poco aprieta, limitaré mi mirada a lo relacionado con el software, documentación y ciencia libres. Y por definir aún más los límites, ya debo advertir que mi experiencia profesional, centrada en el mundo de la energía solar fotovoltaica, impondrá un claro sesgo a los contenidos.

Aquí aparecerán con ritmo imprevisible aportaciones propias y ajenas. Documentos, enlaces, códigos de programas y métodos de cálculo poblarán este rincón.
Si tienes curiosidad sobre quien está detrás, visita esta página.

Omnia sunt communia.

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1 pensamiento sobre “Omnia sunt Communia!”